Volumen N°10: "Ruptura"

Estoy escribiendo esto porque necesito desahogarme, necesito soltarte, dejarte ir de una vez por todas y no volver más a vos ni a sentirme así. 

No lo estoy haciendo con intenciones de lo que lo lea alguien ni me interesan las vistas que esta entrada vaya a tener. Es más, creo que ni siquiera lo voy a publicar en mi instagram. 

Siempre dije que escribir me libera y es verdad, por eso estoy haciendo esto. El hecho de que sea público y que estés leyendolo ahora no es más que el resultado de la decisión que tome cuando abrí este blog. 

Hay muchas que no entiendo, que no entendía pero que me dolían y me duelen muchísimo. Me duele ver como no soy importante en tu vida, cuando para mí lo eras todo. Ver como no hiciste nada para evitar que esto pase, es más, parecía que estabas feliz como si hubieras logrado un objetivo. 

Me duele el corazón y no es en sentido poético o como quieras decirle, me duele físicamente, porque lo tengo roto. Se siente como si hubiera perdido una parte de mí, es un vacío muy grande y muy feo.

Anoche mientras hablaba con muchas personas de cosas totalmente banales me di cuenta que nadie me interesa realmente. Solamente hablaba con ellos para no sentirme sola, sabiendo perfectamente que cambiaría todos esos mensajes por uno tuyo, sólo por uno que me devolviera lo que creí que era mío y que por fin había conseguido. 

Porque tengo la esperanza estúpida que lo vas a hacer, muchas veces me encuentro soñando despierta con eso y ni siquiera sé cómo llego ahí. Pero cuando vuelvo a la realidad y aterrizo en la tierra me doy cuenta que eso nunca va a pasar, porque lo demostraste con tu forma de actuar hasta el último momento.  

Te portaste tan mal conmigo, me trataste como si fuera nada, me hiciste sentir miserable y me rompiste el corazón. Fueron dos años juntos y pareciera que para vos fueron dos días, porque no te importó lo más mínimo nuestra relación. 

Ni siquiera fuiste capaz de venir a buscar tus cosas, mandaste a tus amigos y yo como una estúpida pensando que ibas a venir para que hablemos y tratemos de arreglar las cosas. Estaba dispuesta a escucharte si tenías algo para decirme, hasta ese último momento estaba dispuesta a perdonarte, a pesar de todas las cosas que dijiste y que hiciste pero cuando abrí la puerta y ví a esos dos chicos por fin entendí todo lo que hasta entonces no.

Por fin entendí porqué nunca me escuchabas cuando quería hablar con vos de las cosas que estaban mal en nuestra relación, porqué nunca eras cariñoso conmigo, porqué me sentía en tu vida como una planta olvidada en el fondo, que te acordabas de regar una vez cada tanto y que de poco se va muriendo. Lloré tantísimas noches por todo esto y recién ahora entiendo el motivo de tu forma de ser conmigo.

Hoy por hoy siento que no fui nadie para vos, mañana te vas a olvidar de mí y vas a hacer de cuenta que nunca existí porque fui irrelevante en tu vida, porque ya ni siquiera sé si en algún momento me quisiste de verdad o no.

Te amé como nunca en la vida pensé que podía llegar a amar a nadie, te di lo mejor de mí y trate de hacerte feliz con cada cosita que pudiera, por más chiquita que fuera. Y así y todo me lastimaste como nunca nadie había podido, porque nunca le di a nadie el lugar que te di a vos. 

No podía dejar de sonreír cada vez que te veía llegar y cada vez que te miraba me explotaba el corazón de amor. Eras un sueño hecho realidad para mí y siempre quise que los momentos que pasamos juntos fueran eternos. 

Realmente pensé que íbamos a tener mucho futuro por delante, yo quería eso con vos. Quería pasar el resto de mi vida con vos.  Con nadie más que vos.

Sé que nunca vas a leer esto porque ni siquiera querías leer las cosas que escribía cuando estábamos juntos, pero si alguna vez lo haces tomalo como mi último mensaje para vos, mi carta de despedida. Como lo que me hubiera gustado decirte. 

Te amé muchísimo por eso de corazón te deseo que seas feliz y que encuentres en alguien más lo que no encontraste en mí.